Hicimos la reserva con semanas de antelación. Al llegar al restaurante con tan solo 14 minutos de antelación, una señora nos atendió con muy mal tono y nos dijo que la mesa no estaba lista, invitándonos a irnos y volver más tarde. Hacía mucho frío en la calle y viajábamos con una niña de 5 años, así que la respuesta nos pareció muy poco considerada. Finalmente decidimos ir a Mozu, donde nos atendieron de maravilla. Una pena que en Marcellino la experiencia comenzara de forma tan desagradable.
Je suis fan de cet restaurant, j'ai pour habitude d'y aller pour un dejeuner a deux, en amoureux ou pour un rdv professionnel - la cuisine est exceptionelle et toujours d'une qualité irréprochable, le service rapide et sympa. Puis on est comme à la maison, c'est intime et "reconfortant" . Ma table préférée à bordeaux!
Accueil Chaleureux, Carte courte mais intense, Service Top, et un vrai régal: produits frais et bien travaillées. Des desserts Extra.
Que du plaisir!!!
Merci